Kavadiblog en Tattooarte

Por Cordelia Brodsky

El Kavadi se originó en el estado de Tamil Nadu, en el sureste de en el estado de Tamil Nadu, en el sureste de la India, es uno de los ritos tradicionales que se practica durante el festivo Thaipusam, un festival que se celebra de diversas formas en muchas partes del mundo: Singapur, Mauricio, Malasia, Sudáfrica. Cada vez más, se adapta el rito en las comunidades de modificación corporal. Esta serie de artículos explorará el tema desde varias perspectivas, primero cómo se encuentra esa práctica en occidente, un poco de historia, y luego, un reportaje sobre el festival tal como sucede en Malasia.

El número de asistentes en los festivales de Tamil Nadu puede llegar a 50,000, especialmente por el Thaipusam, uno de los más famosos en los cuales se practican los ritos de Kavadi, y en Malasia la cantidad puede llegar a ser mucho mayor. Se celebra el Thaipusam durante la luna llena del Tamil mes Thai (Enero/Febrero), y toma la segunda parte de su nombre de una estrella que está en su punto más alto durante el mes Pusam.




El hinduismo es famoso por tener un sistema de creencias muy elaborado, y las raíces del Kavadi no son ninguna excepción. Thaipusam conmemora el cumpleaños de la deidad Murugan, el hijo menor de Shiva y Parvati, y la ocasión en que Parvati dio a Murugan una lanza para poder vencer al demonio Soorapadman. La estructura típica del Kavadi, hecho de lanzas de acero, refleja este evento. Las celebraciones consisten en procesiones, bailes, ofrendas, y un baile único de 'Kavadi' en el cual el devoto lleva una estructura con 27 lámparas colgando, toda adornada con plumas de pavo real y flores. Los devotos llevan una tela de color azafrán, un gorro de color escarlata y rosarios; sus frentes están ungidas de cenizas bendecidas. Los devotos bailan, mostrando su gratitud de forma ritual y avanzan hacia el templo de la deidad Shiva, rodeados por gente llevando frutas y leche. Algunos se perforan las mejillas o lengua con lanzas puntiagudas, un acto que sirve como recordatorio constante de la deidad Murugan, y para prevenir el habla. Agni Kavadi, una de las ofrendas más difíciles del Kavadi sucede cuando un devoto de Kavadi camina sobre carbones abrasadores mientras los demás alrededor de la braza cantan himnos. El éxtasis de la experiencia lleva a los devotos sobre los carbones sin hacerles daño.


Como preparación para la ceremonia, los que llevan el Kavadi guardan un periodo de abstinencia sexual, mantienen una dieta pura de comida Satvic (i.e. vegetariano, y por lo general, también hacen ayunas, tomando solo una comida al día) y no toman ningún tipo de droga intoxicante, alcohol, ni tabaco. Muchos devotos, especialmente los que ven el rito como Sadhana espiritual, se imponen varios tipos de auto-mortificación aparte de las ritos básicos de purificación. Este periodo de depuración y privación, permite a los devotos participar en los ritos sin daño, y entrar más fácilmente en el requerido estado de trance. En otras palabras, eso no es ni un espectáculo ni una experiencia para aventureros atrevidos; es un rito para practicantes dedicados, uno debería de tomar responsabilidad por las implicaciones de la ceremonia. Si buscas una fiesta súper-friki, puedes venir a Valencia durante Fallas, y verás que pasa cuando medio millón de personas celebran la llegada de primavera bebiendo y comiendo carne. Si buscas una experiencia espiritual, quizá la encontrarás allí.

Entre los occidentales que han escuchado la llamada, está el fundador del Truth Seekers Syndicate, Ego Kornus, que hizo su primer Kavadi en 1992, está haciendo lo que puede para coordinar información y eventos en muchas partes del mundo, recientemente organizó un evento de suspensión con su mujer Anyi en Buenos Aires. También mantiene el Kavadi blog, un sitio web con relatos informativos y fotos impresionantes de participantes en Kavadi de todo el mundo, consejos para la construcción de estructuras, y reflexiones interesantes sobre el tema.
--------------------------------------------------------------------------------------------------
Entrevista por Ego Kornus con Eduardo Chavarria.

E.K. ¿Recuerdas tu primer contacto con Kavadi?

La primera vez que lo vi fue en el libro Modern Primitives, cuando tenía unos 20 años. La primera vez que lo vi en directo también fue la primera vez que perforé a alguien con una lanza. Estuve trabajando con el grupo de performance CoRe.


E.K. ¿ Por qué querías hacer el ritual?

Mi búsqueda empezó con la suspensión, estuve en busca de eventos espirituales en mi vida. Después de eso, intenté aprender cómo vivir por un camino espiritual, haciendo muchas suspensiones, tirones de energía, perforaciones con lanzas y extracciones de sangre menor. Un día me sentí listo para decir en voz alta que quería hacer Kavadi- luego pasaron cuatro años para que sucediera, desde que decidí expresar el deseo. Quería estar seguro que haría todo de la manera indicada, necesitaba mucha perspicacia sobre lo que intentaba hacer.





E.K. ¿Qué preparativos hiciste antes del rito?

Cuando concreté la fecha, miré el calendario y me di un plazo de 42 días para limpiarme. Al principio, suprimí de mi vida las cosas innecesarias- todo lo que hacía por pereza o por glotonería, y cosas que quedaban por sentado. Corté la cafeína, el sexo y masturbación, azúcares refinados, medicinas recetadas y no recetadas, drogas y alcohol, no salí y corté con mi vida social. Después de veinte días, no me parecía suficiente, y también dejé de comer carne por completo. La noche anterior, ayuné y no dormí.

E.K. ¿ Tenías tu propia estructura y lanzas?

Trabajando con CoRE, ya habíamos construido una estructura, que hicimos a forma de talla universal, adaptable a personas de constituciones distintas. Ayudé a construirlo, pero pertenece a la comunidad. Como era parte de un grupo de performance, hicimos los ritos como parte de ello, pero no quería hacer el mío así, yo quería mantenerlo como ritual. En cuanto hicimos los planes, construimos la estructura, y desde entonces por lo menos cinco personas lo han utilizado con éxito. Todavía lo conserva el grupo.

E.K. ¿ Cómo era tu estado de ánimo, y cómo te sentiste físicamente en las horas antes del rito?

Antes de juntarnos, sentí mucha paz conmigo mismo y con el mundo de mi alrededor. Me sentí lleno de vida y energía. Al entrar al sitio del rito sentí que tenía que estar haciendo lo que estaba haciendo, y que todo estaba bien, pero en el momento en el que llegaron mis amigos y facilitadores, me empecé a sentir un poco nervioso. Les pedí acercarme para compartir mi energía, y también para compartirlo con los que no podían estar. Cuando todo estaba listo, les expliqué lo que todo eso significa para mí y por qué lo estaba haciendo. Antes de empezar, hice una pequeña ceremonia, para asegurarme que nadie se encontraba abrumado por la experiencia.

Luego empezó.





E.K. ¿Qué tal el tiempo?

Hizo un día espectacular— especialmente por ser marzo en Texas. Durante la noche el cielo estaba despejado y lleno de estrellas.

E.K. ¿ Cuál fue tu impresión al recibir las lanzas- las pusiste todas a la vez, o con descansos?

Solo recuerdo claramente las tres primeras lanzas. Al principio las quería recibir todas a la vez. La primera me abrió el cuerpo por completo, desde la apertura de mis pies hasta el chakra interior del tercer ojo. Nunca había conocido las cosas que esa experiencia me traería. La segunda fue éxtasis, y ya con la tercera me abrí por completo y dejé salir mi espíritu interior del cuerpo. Me acuerdo que mis amigos no sabían muy bien qué hacer, entonces me tocaron y no continuaron poniendo las otras lanzas hasta que salí del trance. Después de aquel momento todo seguía borroso, pero continuaron hasta que las veinte lanzas estuvieron colocadas.

E.K. ¿Cuál era tu estado de consciencia mientras hacias el rito?

Me sentí muy en paz con el mundo y feliz. Podía sentir las vibraciones y energía de la tierra, y las de mis amigos. Estuve en un estado de nirvana. Mentalmente, había ido y estuve en mi propio mundo; físicamente me sentía un cadáver—pero mi espíritu seguía viajando por todas partes.

E.K. ¿Hubo música en directo?

Nada en directo. Quería dejar a todos los presentes ver y sentir los cambios, así que grabé un disco de percusión del grupo “Crash Worship,” para enfocarme.

E.K. ¿Cuánto tiempo duró la ceremonia?

Unas doce horas. Empecé sobre las doce juntando los objetos para el altar, ofrendas de comida y a meditar. Los demás llegaron sobre las seis, yo ya había estado allí para limpiar el sitio y estar listo. Entre todas las preparaciones, empezamos sobre las ocho. Empecé con una lanza por la mejilla, y de allí seguí.

E.K.¿Cómo te sentiste cuando quitaron las lanzas?

Sentí como si las lanzas fueran arrancadas de la tierra, a través de mi cabeza- una sensación bella y torpe a la vez.

E.K.¿ Conseguiste algún beneficio espiritual del proceso?


Fue la primera vez que tuve una experiencia de consciencia fuera de mi cuerpo.

Después sentí que había cumplido algo y tuve la sensación de renacimiento. Sabía que después de pasar por eso y esperarlo tanto tiempo no había nada en mi vida que no pudiera --que no puedo hacer.




E.K. Después de hacerlo como rito, lo hiciste como performance. ¿Cómo te sentiste?

Fue diferente hacer un performance—Nunca quise hacerlo así. Sentí que era demasiado personal. Lo hice porque mi mejor amigo estuvo en el hospital por insuficiencia cardíaca. Él debía hacer el performance, pero el hospital no sabía si iba a sobrevivir, entonces lo hice por él y rogué para que mejorara su condición. Fue muy distinto porque me mantuve presente durante la experiencia y solo pensé en él y su familia. Recé por él cada vez que cogía una lanza. La tomé, y emití el dolor al mundo. El baile no era igual. Estuve entreteniendo a una audiencia, entonces todo fue diferente al ritual que había hecho.

E.K. ¿Qué piensas de tu experiencia original de Kavadi?

Creo que con todos los rituales lo más importante es la intención. No cambiaría nada sobre cómo hice el primero. La manera en la cual me preparé se vio reflejada en la experiencia. Mientras tus intenciones sean puras, no hay ninguna manera inapropiada para hacer un ritual.

E.K. ¿Te gustaría hacer otro en algún momento?

En cuando me toque otra vez, si. Cuando tenga que pasar me llegará la señal, y buscaré un facilitador. Tengo mis propias lanzas, y en cuanto vea que es el momento justo de hacerlo otra vez, construiré mi propia jaula.


1 comment:

Anonymous said...

nice and interesting article!